La Formación Profesional incluye en sus itinerarios módulos de formación en centros de trabajo que completan en proceso de enseñanza aprendizaje. Mientras que los ciclos formativos de la formación reglada contienen siempre un módulo profesional en este sentido, en la formación para el empleo se recogen compromisos de prácticas en empresas en determinadas acciones formativas o bien la realización de actividades prácticas en otros casos.
En el caso de los ciclos formativos de la Formación Profesional reglada es imprescindible superar el módulo de formación en centros de trabajo para obtener el título. Este módulo tiene carácter formativo, por tanto no es una relación laboral, no existe contrato de trabajo, ni derechos laborales, es estrictamente una parte de la acción formativa.
Para la realización de estas prácticas se establece un convenio de colaboración entre el centro educativo y la empresa donde se realizarán las prácticas. Ambas entidades designan a un tutor para dirigir y supervisar las prácticas de cada alumno que deberá realizar distintas actividades dentro de la empresa, pasando por diferentes ocupaciones en la misma.
La realización de este módulo de prácticas se cursa una vez que se ha obtenido una evaluación positiva en todos y cada uno de los módulos formativos realizados en el centro educativo, es decir, la formación teórica. Por tanto se realiza una vez que finaliza el ciclo formativo, la duración total de mismo debe ser un 25% del tiempo de enseñanza de dicho ciclo. Las personas que puedan acreditar experiencia laboral relacionada con los estudios que está realizando, pueden estar exentas de realizar el módulo de prácticas profesionales de formación en centros de trabajo. La evaluación del módulo de prácticas se realiza en colaboración entre el tutor del centro educativo y el tutor de la empresa. Dicha calificación podrá ser apto o no apto.
En los últimos tiempos se está extendiendo cada vez más la realización de estas prácticas profesionales en el extranjero. A través de convenios de colaboración, en los que participan administraciones públicas locales o regionales, muchos estudiantes de formación profesionales pueden realizar prácticas profesionales en empresas extranjeras. Este tipo de práctica añaden ventajas sustanciales, como el aprendizaje o perfeccionamiento de idiomas y la posibilidad de encontrar trabajo allí donde realice sus prácticas, incluido la propia empresa de prácticas.
En el caso de los ciclos formativos de la Formación Profesional reglada es imprescindible superar el módulo de formación en centros de trabajo para obtener el título. Este módulo tiene carácter formativo, por tanto no es una relación laboral, no existe contrato de trabajo, ni derechos laborales, es estrictamente una parte de la acción formativa.
Para la realización de estas prácticas se establece un convenio de colaboración entre el centro educativo y la empresa donde se realizarán las prácticas. Ambas entidades designan a un tutor para dirigir y supervisar las prácticas de cada alumno que deberá realizar distintas actividades dentro de la empresa, pasando por diferentes ocupaciones en la misma.
La realización de este módulo de prácticas se cursa una vez que se ha obtenido una evaluación positiva en todos y cada uno de los módulos formativos realizados en el centro educativo, es decir, la formación teórica. Por tanto se realiza una vez que finaliza el ciclo formativo, la duración total de mismo debe ser un 25% del tiempo de enseñanza de dicho ciclo. Las personas que puedan acreditar experiencia laboral relacionada con los estudios que está realizando, pueden estar exentas de realizar el módulo de prácticas profesionales de formación en centros de trabajo. La evaluación del módulo de prácticas se realiza en colaboración entre el tutor del centro educativo y el tutor de la empresa. Dicha calificación podrá ser apto o no apto.
En los últimos tiempos se está extendiendo cada vez más la realización de estas prácticas profesionales en el extranjero. A través de convenios de colaboración, en los que participan administraciones públicas locales o regionales, muchos estudiantes de formación profesionales pueden realizar prácticas profesionales en empresas extranjeras. Este tipo de práctica añaden ventajas sustanciales, como el aprendizaje o perfeccionamiento de idiomas y la posibilidad de encontrar trabajo allí donde realice sus prácticas, incluido la propia empresa de prácticas.
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